lunes, 23 de febrero de 2015

Tono - Tone



Hace un par de años, tras unas molestias, me detectaron una artrosis galopante en la cadera derecha. Desde entonces he dejado de hacer deporte con la regularidad que lo hacía anteriormente. Perdí el hábito y las rutinas, los grupos de gente con los que salia en bici y corría, y poco a poco fui abandonando toda actividad física, excepto navegar un día cada semana.
La cadera no ha mejorado, sigue su curso de deterioro abocada a una operación futura pendiente tan solo de mi decisión y mientras tanto una ligera cojera marca mi andar.

Pero a que viene toda esta historia que posiblemente os interese bien poco.
La falta de ejercicio desemboca en una falta de tono muscular, que genera sentir incomodidad en nuestro propio cuerpo. Sin darme cuenta he perdido la tonalidad de mi propio cuerpo, así como en la música, la tonalidad marca la relación entre los sonidos y conforma su armonía, el tono muscular marca en nuestro cuerpo nuestra forma de andar, nuestra forma de movernos, nuestra vitalidad de movimiento,  nuestra simetría, la posición de nuestra espalda, nuestra forma de colocarnos, de sentarnos, de interaccionar con los demás, nuestra forma de pisar el mundo.

Hace apenas un mes, he comenzado de nuevo a practicar ejercicio físico, de momento con spinning y algo de gimnasio, rescatando un poco de ese tono perdido, En solo un mes, voy alejando la disonancia entre la flacidez de mis músculos y mis neuronas, empezando a formar nuevos acordes que empiezo a sentir más afinados. Navegando aun estoy lejos de sentir que ese tono llegue a hacerme mejorar, pero sé que llegará porque ese tono muscular sobrepasa nuestro cuerpo para trascender a todo lo que tocamos sean herramientas o personas.

La palabra tono, viene del latín "tonus" y esta a su vez del griego "tovoç" significa tensar, estirar, y de ahí proceden muchas palabras habituales en nuestras conversaciones derivadas de tensar, tener y tender. Su etimología nos sirve para entender mejor que ese tono muscular es, al fin y al cabo, la capacidad de controlar la tensión de nuestros músculos, como si fueran cuerdas de guitarra con las que construimos acordes.

Y cual es el tono idóneo. Los solicitud muscular de los deportes profesionales suelen deformar ese tono amable, elástico y elegante, que necesita nuestro cuerpo. La falta o el exceso de tono perjudican ese equilibrio que nos hace sonar bien.
Así como en la música existen muchas tonalidades, cada uno de nosotros ha de buscar la suya.

Busca tu tono, sentirás que suenas bien.



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