lunes, 14 de abril de 2014

Navegar es mágico


Siempre me ha gustado la magia, quizás porque la vida y la naturaleza me parecen mágicos. Mi formación como ingeniero me hace desear comprender esa magia que lo rodea todo, pero ni siquiera cuando llego a comprender algo de una manera lógica, reniego a quitarle esa magia que me conquistó en el proceso de aprendizaje.

Este vídeo que ilustra este post puede ayudarnos mucho de cara a que comprendamos como funciona nuestro cerebro en los procesos de atención, fundamentales en una regata.

Lo primero que hemos de tener muy claro es que hay dos realidades: la real, y la que aparenta ser, en este caso, para nosotros. Cómo realizamos los procesos de atención y cómo los procesamos nos permitirá  acercarnos más a la realidad de la regata. Eso requiere entrenamiento.

Evitar la ceguera al cambio (que se explica en el vídeo, no ver cosas que suceden delante de nuestras narices simplemente porque no focalizamos la atención). Esto ocurre porque en la vida como en las regatas el cerebro quiere ver algo, quiere creer en algo y se deja llevar, no viendo cosas importantes que suceden a su alrededor. Por poner un ejemplo nos obstinamos con el lado derecho del campo de regatas y nuestra atención se centra en este lado, sin cuidar de vigilar otros barcos que están en el otro lado, vigilar las rachas que se pueden advertir sobre el color del agua u otras pistas que nos están diciendo de manera clara que nos estamos equivocando. No es que las obviemos es que simplemente no las vemos, no queremos verlas.

Hay otra ceguera muy típica en las regatas que es la ceguera de la desatención, nos centramos en algo de manera obsesiva creando un túnel en nuestro cerebro en el que solo vemos la luz de ese túnel y lo demás es pura oscuridad. El cerebro ilumina un parte y ciega el resto.

Luego está la distracción mental, consecuencia de un hecho inusual, algo que hace que todos miremos hacia un lugar determinado, una colisión, una bandera en una boya, un ruido en nuestro barco... hace que la atención exógena (determinada por algo de fuera), anule la atención endógena (determinada por nosotros mismo)

La mayoría de nosotros miramos pero no vemos, cuanto mayor entrenamiento tengamos en saber controlar nuestra atención y ver lo más posible, mejores datos dispondremos para inventar una foto de la realidad. Las regatas las suelen ganar quienes inventan mejor esa realidad.

Los humanos no somos multitarea. Es un mito. Simplemente robotizamos algunos procedimientos, el entreno tanto físico como técnico nos permitirá robotizar el esfuerzo físico, las maniobras y la velocidad del barco pudiendo concentrar todo nuestra energía y todo el poder de nuestra mente en la regata... para ganarla!!!

Para los que vamos solos en un barco todo este proceso es muy dificil. En los barcos con tripulantes se pueden dividir las atenciones entre los diferentes tripulantes, con lo cual el patrón navega con una percepción mucho más completa y dinamica.

Para ganar regatas, hemos de aprender a ser magos, hemos de aprender a hacer magia con nosotros mismos, a forzarnos a focalizar la atención y permitir que las cosas que queremos sucedan, porque ganar una regata es magia pura!!!

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