jueves, 3 de octubre de 2013

Instrucciones


Hace unos meses rescaté una pequeña cámara cuya pantalla estaba dañada convirtiéndola en inservible. Llamé a varios lugares para arreglarla pero me cobraban más de 150 €, cuando la cámara me costó hace unos años 350 €.
Me daba pena tirarla, así que busqué a ver si era posible pedir la pantalla a través de Internet, encontré una web www.gsmserver.es donde venden todo tipo de pantallas y repuestos. El coste de la pantalla era de 27 dolares y el envío de casi 26 dolares, en total unos 42 euros.
Antes de hacer el pago busqué un tutorial de vídeo en el que mostraban como cambiar una pantalla. Juzgué que era sencillo hacerlo, y realicé el pedido.

A las 10 días me llegó la pieza: servicio impecable... y llegó el momento de realizar el trabajo.

Para empezar, me dí cuenta que lo primero que debía haber realizado antes de pedir la pieza, era haber realizado la maniobra de cambio como si ya la tuviera. Eso me hubiera dado seguridad.
No lo hice y el primer atasco que tuve fue conseguir desatornillar los pequeños tornillos que cierran la caja de la cámara. Al final pude solucionarlo con paciencia "y sin utilizar el martillo".
Después seguí el tutorial punto a punto, y realmente todo fue bien, hasta un pequeño detalle, que fue sacar y poner la cinta de conexión de la nueva pantalla en el enchufe de la cámara.
En el tutorial apenas se advierte como lo hacen. Lo vi muchas veces, pero me pasó desapercibido un pequeño movimiento para liberar y a la vez apretar las dos cintas en el enchufe.

A consecuencia de esto intenté una y otra vez meter la cinta pensando que entraba simplemente por presión, Me obcequé y al final lo conseguí pero no llegó a entrar totalmente y la cinta no hacía buen contacto, con lo que la cámara no funcionaba.

Mi cerebro enseguida fue a buscar culpables, seguro que me han dado otra referencia... pero las comparaba y eran totalmente iguales. Seguro que me han dado una dañada... pero todo parecía correcto... La situación dependía de mí y sin embargo, como pasa en el día a día, buscaba los culpables fuera. Hice un cambio de chip.  SURE, I AM WRONG, como puedo resolverlo....

Fue entonces cuando volví al tutorial, amplié el vídeo todo lo que pude y analicé con detalle cada pequeño movimiento, y fue entonces cuando me di cuenta que había una pequeña operación intermedia sobre el enchufe de la cámara donde se introducía la cinta de conexión, casi imperceptible en el video, que yo me saltaba.

Que fácil fue todo entonces. Lo que me había costado casi dos horas, ahora hubiera tardado apenas 5 minutos. Analizando esta anécdota creo que se pueden sacar muchas conclusiones:
  1. El que hace el tutorial da por supuesto a veces pasos que son clave y sin embargo no son relevantes en las instrucciones, (en este caso apenas se veía). Con lo cual quien las sigue, cairá muy probablemente en el error.
  2. la mayoría de las veces hacemos los pasos del tutorial a nuestra manera, creyendo que los hemos interpretado bien nosotros y cuando no funciona, lo achacamos a un error del tutorial. Si pasa con un vídeo, figuraros la cantidad de  veces que pasa con las instrucciones orales.
  3. Si hubiera realizado un entreno antes de pedir la pieza, tendría una seguridad total en el cambio, y evitaría la posibilidad de dañar la pieza nueva como estuve a punto de hacer.

En las regatas siempre seguimos instrucciones. Muchas de estas instrucciones son pasos que hemos estudiado previamente, que tenemos en nuestra cabeza y que pensamos que haremos cuando llegué la ocasión. Pero luego erramos... la mayoría de las veces por no seguir al pie de la letra los pasos marcados.
Cuando navegaba como tripulante construía unas reglas nemotécnicas, para no olvidarme nunca de las funciones básicas que siempre tenía que hacer. Los entrenos sirven además para que todo lo que es mecánico lo sea de verdad. 
Al final estas operaciones resultan tan sencillas que cuando las explicamos o intentamos hacer un tutorial de ellas, nos encontramos con la dificultad de transmitirlas a los que lo hacen por primera vez. Es como explicar como andamos en bici, o como leemos.

El haber cambiado la pantalla de la cámara, me hizo ahorrarme más de 100 €, pero eso no fue lo importante, lo importante es que me hizó sentirme especialmente orgulloso:
  1. Conseguí hacer algo que nunca en mi vida había hecho: Un reto.
  2. Aprender a hacer algo que nunca has realizado te sirve para replantearte como aprender, y a la vez como enseñar.
  3. El haberme encontrado con un pequeño problema me ha servido para conseguir temple, persistencia, paciencia, replanteamiento de lo aprendido, y cura de humildad.
  4. El haber conseguido el objetivo me hace sentir con más autoconfianza.
A todo esto se añade un factor sentimental: Sé que cada una de las fotos que haga con esta cámara tendrán a partir de ahora un pequeño valor añadido, y apretaré el disparador mucho más cariño.

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