lunes, 19 de diciembre de 2011

El error

En la competición, es más importante gestionar los errores que los aciertos. Todos conocemos la frase: "no gana quien tiene más aciertos, sino quien comete menos errores". Pero que significa ¿gestionar los errores?, básicamente es usar la lógica, poco más, pero para ello es necesario la mayoría de las veces tener la cabeza fría, no dejarse llevar por las emociones. Algunos puntos importantes para gestionar nuestros errores son:
 - Ser conscientes de donde perdemos más puestos y donde solemos equivocarnos siempre, y incidir en estos puntos en los entrenos y poner especial atención en las regatas para hacerlo igual que en los entrenos.
 - Si has planificado una táctica o estrategia y crees en ella, mantenla hasta el final. No vayas dando tumbos.
 - Estate atento a los errores de los demás. Aprovéchate de ellos y no permitas que los errores de los demás impliquen un error tuyo. Por ejemplo si un barco no respeta el babor-estribor y nos aborda, su error nos arrastrará a nosotros, por eso hay que estar atentos siempre a los errores de los demás para evitar que nos afecte. Es como ir en moto, has de estar atento no solo a la carretera, sino a los posibles errores de otros vehículos porque aunque ellos tenga la culpa te arrastrarán al suelo. Su error implica tu daño. Así pues hemos de conducir nuestra moto pendientes de que el coche que tenemos al lado haga un giro brusco sin avisar, se pase un semáforo en rojo, o adelante sin avisar. Si estamos atentos conseguiremos escapar el 90% de las veces. Navegando pasa exactamente igual.
 - Cuando cometes un error, asúmelo y evita otro. Esto es importantísimo. La mayoría de las veces un pequeño error nos lleva, por la emoción o de la falta de control, a una serie interminable de errores, cada cual más grave. Sabemos que lo lógico es cometer algún error, en ese momento es donde hemos de demostrar nuestra sabiduría para asumirlo como una parte del juego, manteniendo nuestra mente en positivo y dejando toda nuestra energía para enmendar el error y seguir en la competición. Ejemplos de errores en serie no hace falta que os los cuente... llenamos nuestras regatas de ellos, incluso algunos por su trascendencia llegan a convertirse en anécdotas, fatales en el resultado, pero divertidas en el recuerdo. Se trata un poco de jugar como el Barça, que pase lo que pase, o después de un error garrafal, mantiene la cabeza fría como equipo, lo cual es realmente difícil y sigue jugando igual, como sabe; esperando que de resultado, sin prisas pero con constancia, firmeza y confianza que se hacen grandes cuando van templadas con la serenidad.

Pero gestionar el error, y ejercitar estos puntos anteriores:
 - Trabajar puntos débiles en entrenos.
 - Creer en nosotros mismos en la competición.
 - Aprovecharnos del error del contrincante
 - Evitar errores en serie
no implica estar pensando en: "no voy a cometer este error", sino al revés pensar en "en los entrenos lo hice así ahora también", "He comprobado la salida varias veces y da por aquí, pues saldré por aquí", etc. Se trata de visualizar el acierto y no el error.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Compartir es vivir


Cuando empecé a navegar en Vigo con Cholo Armada, dejabamos muchas tardes en las aguas de la ría de Vigo. Entrenábamos prácticamente la totalidad de los días solos. Recuerdo con nitidez uno de los primeros días de entreno con él. Salíamos con el snipe chuvias de su astillero en Bouzas, hacia la ría de Vigo. Allí, según el viento, hacíamos diversos recorridos. Ese día vimos un barco a lo lejos que venía del otro lado de la ría. Nos dirigimos hacia él, y él también venía navegando hacia nosotros, ambos al través. Finalmente nos encontramos... era Fernando Masso, uno de los contrincantes sempiternos de Cholo que retomaba la navegación después de años en dique seco. Tal cual nos acercamos, tal cual nos volvimos a alejar. Eso no fue tan solo una anécdota, era la dinámica de entonces: "no se compartían ni los entrenos". Algo similar ocurrió cuando empecé a salir en Soling con Fernando León. En los inicios también estaba navegando Toño Gorosteguí, pero cuando coincidíamos en el agua, la dinámica era que siempre escapaba de nosotros. Gracias a Dios, no todos fueron así en el camino del aprendizaje de la vela. En el camino siempre te encuentras con grandes regatistas que están dispuestos a contarte todo lo que saben, les preguntas y responden, y si quieres probar velocidad con ellos lo hacen, incluso te dan consejos jugándose que al día siguiente estés más cerca de ellos en la línea de llegada. Esos regatistas crecen, cuando hacen crecer a los que están a su alrededor. Esos son los que ganan las regatas hoy y las siguen ganando mañana. Porque la filosofía de compartir hace mejorar a todos. La filosofía de cerrarse y guardarlo todo para uno, quizás te permita mantenerte delante de los que están a tu lado, pero te hace estancarte a ti y a tu entorno. Y acaba en una dinámica de desaliento y poco futuro. Una de las satisfacciones del deporte y sobre todo de la vela, donde el contacto con los contrincantes es tan estrecho, nace de compartir: compartir las regatas, compartir los errores y los aciertos, compartir los consejos de otros, compartir la alegría del triunfo y el desaliento de la derrota. compartir la cerveza tras la regata, compartir los proyectos e ilusiones. Nunca tengáis miedo de compartir vuestros conocimientos e información, os hará más sabios. Recuerdo la frase que mis hijos de pequeños traían aprendida del cole: "Compartir es vivir".